Aprovechando un Domingo de esos en los que la pereza no te permite cocinar, nos hemos acercado al Restaurante Ginos de la cadena Vips, ubicado en el Paseo de la Castellana número 83, si eres de los que ya conoce la cadena estarás familiarizado con el ambiente acogedor que caracteriza a los restaurantes Ginos, decorados con toques rústicos y toscanos, con iluminaciones tenues que te hacen sentir como en casa, sí no estás familiarizado con la cadena, te invito a que lo conozcas a través de esta reseña y sus imágenes. El Ginos del Paseo de la Castellana está distribuido al igual que la mayoría, con áreas tanto internas como externas (terraza bastante amplia) con un hall en su área interna, destinado a la espera en tanto ubican mesa, lugar donde inició nuestra experiencia, en el que estuvimos esperando al rededor de 30 minutos hasta que llegó una camarera y nos hizo pasar, nos pareció sorprendente tener que esperar tanto tiempo considerando que el restaurante no tenía en mesa ni la mitad de los comensales para llegar a una ocupación media, no obstante el trato de los camareros aunque lento fue bastante bueno, todos muy amables, con una sonrisa en la cara tratando de hacer de nuestra experiencia la mejor a pesar de la espera, iniciamos pidiendo una copa de rioja, una jarra de agua y panes con ajo y mantequilla como entrante, la jarra de agua y la copa la trajeron a mesa bastante pronto sin embargo el simple entrante se hizo esperar, pero una vez más los camareros intentando hacer de nuestra experiencia la mejor a pesar de la espera nos ofrecieron una tapa de aceitunas con cebollas en julianas que estaban excelentes, al pasar unos minutos trajeron nuestro entrante, para comer pedimos un Spaquetti Peperoncino al Gamberetti, y un Fettuccine Pirata, ambos platos llegaron a la par, la pasta estaba en su punto, una justa cantidad de langostinos en ambos platos, extrañe que no me ofrecieran queso parmesano como en otras oportunidades en las que he visitado la cadena. En resumen las porciones son bastante generosas, la comida deliciosa, la atención muy correcta pero los tiempos algo lentos (quizás algún problema en cocina, no suficiente personal no lo sé), algo que no puedo dejar sin mencionar es que la vajilla del local está bastante descuidada, los vasos presentan rozaduras, y los platos manchas de salsa en su parte inferior, desde que llegué a Madrid he sido muy fan de Ginos ya que es un buen lugar para comer pastas y pizzas, y es bastante asequible, no obstante éste ubicado en la Castellana, a pesar del esfuerzo que han hecho los camareros para mi sería estaría en un «no repetir» prefiriendo ir a otro Ginos a degustar sus delciosas pastas en cualquier otro lado de la ciudad.








